El ministro de Justicia bonaerense cuestiona las medidas del gobierno y dice que la delegación de facultades "va a poner en crisis el orden democrático". Además, se refirió al rol de la Justicia, a la reconfiguración de la oposición y a los futuros liderazgos.
Por Hernán Kloosterman
Juan Martín Mena cuenta que está feliz por visitar su ciudad. Es la primera vez que lo hace como ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires y se muestra contento de pasar al menos un rato con su familia en medio de la tarea política que en este caso lo encuentra con actividades programadas en el parador Recreo. Pero la alegría no puede ser completa. El contexto nacional no ayuda. “Hay una angustia e incertidumbre muy grande por lo que está ocurriendo, por las medidas que lleva adelante el gobierno con una ferocidad y una violencia, tanto en la forma como en los contenidos, en un tiempo récord“, suelta ya con rostro serio ante LA CAPITAL. Y sigue: “Parece que Milei y Macri vinieron a traicionar a sus propios votantes y afectar a 47 millones de argentinos en un tiempo récord”.
Dirigente de estrecha confianza de Cristina Kirchner, Mena se desempeñó en el anterior período como viceministro de Justicia de la Nación y ahora se sumó al gabinete de Axel Kicillof. En un mano a mano en el HN Gran Hotel Provincial, el marplatense cuestiona con dureza las primeras medidas del Gobierno Nacional. Más allá del debate legislativo, considera muy grave la delegación de facultades ya que “eso va a poner en crisis el orden democrático en la Argentina”.
Además, analizó el rol de la Justicia, dijo que la primera señal de la Corte Suprema no fue buena, se refirió a la reconfiguración de la oposición y destacó los roles de Máximo Kirchner y Axel Kicillof. “Los liderazgos nacerán producto del trabajo de la fuerza política”, advirtió.
-¿Esperaba un plan de reformas de esta magnitud?
-En el primer mes de gobierno sorprendieron con esta reforma de todo el ordenamiento jurídico. Entre el DNU y la ley ómnibus lo que vinieron es a desbaratar, a desordenar de una manera bastante ilegal y por momentos ilegítima, el ordenamiento jurídico argentino. Desde el momento que formamos un contrato social como sociedad, lo primero que hacemos es fijar reglas claras. Vinieron a destruir cualquier claridad. Los cultores de la república y la seguridad jurídica, avasallan con la república y de seguridad jurídica queda poco. Si uno toma los dos paquetes, no dejan un solo aspecto de la vida social sin modificar. Pero no para cambiar una orientación concreta sino con un motivo de desregulación general de las reglas que rigen la vida en sociedad.
-¿Cree que finalmente el gobierno va a poder llevar a cabo esas reformas?
-De los 655 artículos quedaron 240 y algunos analizan que tantas reformas no se van a poder hacer. Pero es falso: el proyecto tiene algo que es mucho más grave y afecta ni más ni menos la ley fundamental que es la Constitución. Me refiero a la delegación de facultades. Con delegación de facultades, si son 655 artículos o uno es lo mismo. Más allá de que alguno crea que hubo una conquista por bajar o modificar algún artículo, mientras persista la delegación de facultades, durante un año podrá hacer lo que quiera. Y eso va a poner en crisis el orden democrático en la Argentina. Esa es la gravedad.
-¿Y qué rol va a jugar la Justicia en todo esto?
-Habrá que verlo. Algunas cuestiones ya se están debatiendo en el ámbito judicial. Por ejemplo del DNU hay muchos aspectos que están anulados por la justicia. Pero ninguna de las decisiones individuales de la justicia van a solucionar el problema en su conjunto. Por eso insisto en que lo más grave de todo esto es el descalabro jurídico al que nos quieren llevar Milei y Macri. Y vinieron a hacerlo en tiempo récord. Además, le están agregando mucha violencia. Porque la angustia que se está viviendo estas semana es tremenda. Mientras el Congreso discute, una ministra de seguridad reprime sin consideración al pueblo que quiere manifestarse. Es la peor combinación posible.
Respecto a la justicia, la Corte nacional no dio una buena señal de entrada al no habilitar la feria. Se tomaron el receso de enero lo cuál permitió que se desarrolle la discusión. Pero lo más grave es que al no habilitar la feria, el mensaje que surge es que pareciera que no es muy trascendente. Más que en el poder judicial, confío en la organización de la política.
-¿Y en ese aspecto, cómo se va a plantar la oposición?
-Es lo que estamos haciendo. Máximo Kirchner desde su rol como diputado por la provincia, recorriendo cada distrito y escuchando a cada sector social para trasladar eso a la discusión del Congreso. Y Axel defendiendo los derechos de los bonaerenses. Mientras el gobierno anuncia que no va a transferir los fondos que le corresponden a la provincia, el gobernador está haciendo el máximo esfuerzo por cuidar y preservar cada uno de los derechos conquistados. Y eso se ve muy claramente cuando en enero definió la paritaria para todos los bonaerenses.
Mas allá de que el Gobierno nacional tenga una línea muy clara de beneficiar a las 2 mil familias de lo que en un momento llamaron los “dueños de la Argentina”, en perjuicio de los 47 millones de argentinos, vamos a seguir trabajando porque estamos convencidos de que es la única forma de garantizar el pleno ejercicio y goce de los derechos.
-Es prematuro, pero ¿cómo cree que se va a reconfigurar el kirchnerismo? ¿Imagina a todo el peronismo unido?
-Es prematuro. Vamos a estar trabajando codo a codo con todas las fuerzas que trabajen con este mismo objetivo de no afectar los derechos de nuestro pueblo. Tenemos claro que hay que darle una mano a los que menos tienen y hacer el máximo esfuerzo por compensar las desigualdades estructurales de la sociedad. Vamos a trabajar por más empleo, más trabajo, más industria y mejores jubilaciones. Todos los que estemos en esa senda, vamos a trabajar juntos. Hay algunos ejemplos. El de Mar del Plata con la pesca fue muy importante. La forma en que se resistió la afectación que iba a tener la ley, es un ejemplo de que cuando las fuerzas políticas pelean con un mismo objetivo con los empresarios, los trabajadores y todos los actores, se pueden lograr algunos buenos resultados.
-Hay sectores como la UCR que por ahora acompañan al gobierno pero en un fino equilibrio, con muchas diferencias. ¿Cree que se podrá sostener ese apoyo?
-Espero que reflexionen. A mí no me gusta opinar de otros partidos, pero no me parece muy fiel a lo que sostiene el partido algunos acompañamientos difusos, a medias tintas que llevan a cabo. Sin ir más lejos el otro día en la represión se llevaron a cuatro chicas de la juventud radical. Hay dirigentes y actores que sé que no van a traicionar ciertos valores y apelo a una consciencia republicana y democrática para no avalar desde el Congreso, y preservar una vida en sociedad un poco más justa.
-¿Qué rol va a tener Cristina Kirchner?
-Cristina fue muy clara cuándo más de una vez le preguntaron qué iba a hacer. Creer que se va a ir a la casa es no entender la historia de este país. Es una militante desde su juventud y dedicó todos sus días a trabajar por los argentinos. Buscará la forma más apropiada pero va a estar trabajando por la unión de los argentinos y por frenar los intentos de desarticular nuestra sociedad. Y encontrará el rol que considere más oportuno, pero en la casa no se va a quedar.
-¿Considera que los liderazgos van a ir surgiendo?
-Es muy temprano para hacer ese análisis. Estamos en una situación mucho más grave porque tenemos que evitar la destrucción del país. Están rifando el patrimonio nacional, de la argentina y no lo digo simbólicamente: lo están haciendo en texto. Están habilitando las rifas al mejor postor de las empresas y de las tierras. Los liderazgos para un futuro nacerán producto del trabajo de la fuerza política.
El vínculo con Mar del Plata
y los desafíos de la gestión
Juan Martín Mena tiene 43 años y nació en Mar del Plata donde vivió hasta finalizar el secundario. Luego, viajó a Buenos Aires para estudiar derecho en la UBA y tras recibirse, inició su carrera laboral y pronto se vinculó a la actividad política con el gobierno de Néstor Kirchner.
Ayer, manejó su auto por la Autovía 2 y tras tardar más de lo previsto por el intenso tránsito, llegó a la casa de su madre. “Dejé las cosas y al ratito volví a salir, pero le dejé al nieto así que estaba más que contenta”, justifica y aclara que por la función que cumple no puede venir tanto como le gustaría.
“Ahora vengo con la satisfacción personal de ocupar este cargo en el equipo de gobernador. Siendo un bonaerense estoy muy orgulloso y feliz de trabajar día a día para, en materia derechos humanos, poder aportar a una provincia más igualitaria y más justa”, cuenta.
Respecto a los desafíos del gobierno provincial, Mena remarcó que buscarán “seguir promoviendo el goce pleno y efectivo de los derechos de los bonaerenses”. “Con los recursos que tengamos, con todo el esfuerzo y pelearemos para que nos den los recursos que corresponden”, dijo.